La etapa de Educación Infantil viene definida por un programa específico de estimulación, cuyo objetivo es desarrollar al máximo las capacidades de las alumnas y alumnos.

Desde los comienzos

El bebé al nacer tiene todas las células nerviosas disponibles en su cerebro. La maduración cerebral, pues, no pasa por generar nuevas neuronas, sino por configurar redes o conexiones entre ellas. Así, nuestro cerebro se hace mucho más eficaz cuanto mayor número de neuronas tengan contacto entre sí.

Estas interconexiones van a producirse gracias a las sensaciones que el cerebro recibe a través de los sentidos y el movimiento (ejercicio). Se hace por tanto imprescindible propiciarle a bebé e infante ambas experiencias.

Aprendizaje desde el estímulo

Nuestro empeño como enseñantes es no descuidar estos aspectos y ofrecer a nuestras alumnas y alumnos, un creciente número de experiencias y estímulos auditivos, visuales, táctiles, motrices que le permitan desarrollar todo su potencial psicomotor e intelectual:

• Estimulación visual para facilitar un temprano acceso a la lectura.
• Estimulación auditiva para acceder a la comprensión de un nuevo idioma (en un primer momento, el euskara y, progresivamente, el inglés).
• Estimulación táctil para desarrollar las funciones propioceptivas.